Entre el voto en blanco y las opciones que no atravesaron el umbral del 1,5% hay un mini universo de votantes que se disputarán entre el peronismo y Juntos por el Cambio.
Luego de la dura derrota que sufrió el Frente de Todos en su principal bastión electoral, la provincia de Buenos Aires, las especulaciones en el oficialismo deben dirigirse hacia el mar de votos disponible para dar vuelta el resultado en las generales de noviembre. Entre el voto en blanco y las opciones que no atravesaron el umbral del 1,5% hay un mini universo de votantes que se disputarán entre el peronismo y Juntos por el Cambio.
En la Provincia no hubo lugar para terceras fuerzas, una vez más. Con 25 frentes en juego, solo cinco lograron pasar el corte y la elección quedó polarizada entre el Frente de Todos y Juntos, que terminó imponiéndose por poco más de 4 puntos (37,99 a 33,64). En este marco, los primeros dos movimientos que más votos consiguieron fueron el FIT y Avanza Libertad. El primero se ubicó en el tercer puesto con Nicolás Del Caño al frente con un 5.22%. Por su parte, José Luis Espert consiguió un 4,87%.