Con la competencia entre Santilli y Manes a la cabeza, la coalición opositora cruje en la provincia de Buenos Aires, pero también en Santa Fe y Córdoba. Los referentes sufren el desgaste por intentar contener a los heridos.
La coalición de Juntos por el Cambio vive por estos días la interna de la interna. La desconfianza entre buena parte de los socios quedó a flor de piel, en especial entre la Unión Cívica Radical y el PRO, los dos partidos que juegan su propia elección de cara a la conducción de lo que supo ser Cambiemos.
La coalición que en 2017 abogaba por el fin de las PASO haciendo referencia al costo económico hoy va a internas en 17 de los 24 distritos y busca contener el costo humano entre ganadores y perdedores. “Todas las internas dejan heridos, el problema es ver cómo se los sana”, aseguran.
Los principales distritos en donde esa pelea está a flor de piel son la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, las tres provincias en donde hay que ganar si se aspira a conducir. Todo el mundo da por descontado que la ciudad de Buenos Aires es el coto de caza de Horacio Rodríguez Larreta y que no es el lugar adecuado para dar la pelea, por eso queda excluido